sábado, 7 de marzo de 2009

Soledad

Perdón que no postee ayer, estuve escuchando música, con auriculares, para olvidar esta locura por un tiempo, los gemidos están volviéndome loco...
Tengo que saber quien mas esta en el edificio, hablo con Ricardo a ver si distingue algo con la mira de su rifle... dice que no ve movimiento en el nueve y que el 8 parece destruido. Empuñe el revolver de mi vecino, es increíble que no sepa su nombre; mañana leeré su correo aunque no llegan cartas hace dos semanas, nunca las leí; Baje al noveno, como estaba deshabitado durante las reformas de seguridad no tiene puerta en el pasillo, no vi mas que polvo y algunos platos rotos, puertas abiertas... todos los departamentos vacíos, subo al once, agarro unas cerraduras y cambio las del noveno piso, procuremos que permanezcan vacíos. El octavo parecía haber sido un punto de encuentro entre dos razas que tratan de sobrevivir a como de lugar... definitivamente vació... cambie solo la cerradura principal del octavo; un llanto muy lejano, no podía aventurarme tanto, regreso a mi refugio a salvo. Se puede evitar el dolor pero no el sufrimiento.

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