miércoles, 4 de marzo de 2009

Historia e intro

Yo se que no soy el único, hay muchos otros como yo tratando de sobrevivir. Para algunos empezó hace días, otros dirían que semanas, los medios reaccionaron tarde pero yo sabia que estaban ahí incluso meses atrás...
Primero permitanme presentarme, soy Barto vivo en la casi desierta ciudad de Lomas de Zamora, creo que esta es una buena forma de "hablar" con alguien. Siempre me jacte de mi falta de temor, la ausencia de vértigo, y por sobretodo de mi capacidad para olvidar a la gente y nunca arrepentirme de nada. Hoy me arrepiento, extraño y temo como nunca, creo que esas son las cosas que mas me ayudaron esta ultima semana.
Como todos saben esto no tiene una solución inminente y lo mas probable es que seamos nosotros los primeros en desaparecer. Les voy a dar unos consejos de como sobrevivo y espero que me den los suyos. Acá un resumen de esta tragedia que nos acontece a todos:
Cuando empezaron los ataques hace dos meses las noticias hablaban sobre una droga "de la violencia" que dejaba parcialmente ciegos y totalmente psicóticos a quienes la consumían, también decían que eran parte de un ritual satánico-caníbal, con mis pocos amigos bromeábamos que se trataba de ataques de zombie y que en unas pocas semanas todos estaríamos igual. Las bromas se terminaron cuando estos casos empezaron a salir a la luz por todo el mundo, la TV y la radio insistían con una moda de los jóvenes violentados por la influencia de algunos sitios de Internet, pero sabiendo que eso era solo un encubrimiento de algunos organismos del estado los saqueos empezaron; "Caos" paso a ser la principal causa de muerte y accidentes, paranoia paso a ser la nueva moda.
Mientras la TV anunciaba mas y mas casos, los comercios empezaron a poner esos extraños carteles de "cerrado por epidemia", y fue entonces cuando cesaron los saqueos, ya no quedaba nada para tomar. Armas, herramientas, computadoras, celulares, alimentos, nada podía faltar en un bunker, y eso eran las casas bunkers. Aproximarse a una casa significaba caer muerto en una ráfaga de proyectiles de todo calibre, pasar mucho tiempo en la calle, exponerse a esas cosas así que la opción mas lógica era atrincherarse. En los edificios estaba la ilusión de seguridad, los vecinos colaboraban en las instalaciones de "servicios" y en reforzar las puertas, generalmente este tema de las puertas ocasionaban que un infectado acabe con todo el edificio. Internet, luz, gas, agua corriente, increíble que todavía funcione, pese a la enorme baja en las empresas, para todo había repuestos, ya sea generadores eléctricos, bidones de combustible y tanques de GNC, palanganas baldes y ollas en las terrazas, redes lan enormes para mantenerse comunicado. En mi edificio no era muy distinto que en otros, teníamos todo eso, también instalamos puertas blindadas en los departamentos y en el ingreso a cada piso, un día llegue con provisiones y en el ascensor había un improvisado cartel de fuera de servicio, no era difícil deducir que pasaba, un charco de sangre acompañado por los mugidos y llantos que no cesaron por días dieron a entender que no habría mas ascensor...
Hace dos semanas mi vecino partió, me dijo que volvió al ejército para solucionar todo esto que iba a desconectar el teléfono y si podía recibir su correspondencia, en el momento no pude preguntar pero viendo mi cara me dijo que su esposa era una de esas cosas y que se habían prometido que si alguno sufría ese destino preferiría la muerte, sollozo y quebró en llanto, con una mano sobre mi hombro me repitió unas diez veces que tome lo que necesite de su departamento y me otorgo un arma, enseguida comprendí que con ese revolver había quitado la vida de su esposa. Le dije que guardaría ese arma hasta su regreso, sonrió, se fue...
Así quede solo en el décimo piso la señora de enfrente murió después de que dejo de recibir visitas hace un mes, en el onceavo estaban los depósitos, y el noveno ya nadie lo alquilaba... tres pisos para mi, que solo estoy; del 3ro para abajo estaba tapeado. No pregunte, últimamente prefiero saber menos, los del cuarto ya no eran de fiar escondieron por una semana a su hijo menor infectado en el baño. Los gritos de la madre cuando murió nos hizo darnos cuenta. Cuando eso paso mi vecino todavía estaba y se encargo del tema. A cada hora gritos tiros mugidos llantos, uno se acostumbra, solo pienso: son como los colectivos que sonaban en la avenida...

Mis contactos ya no se conectan, el teléfono suena pero nadie contesta, muchos dejaron sus casas, otros son esas cosas. De la familia no tengo noticias, desde que se declaro el estado de sitio la semana pasada no pude volver a ver a nadie. Las compañías de telefonía celular ya no operan, ya ninguna compañía lo hace. Muchos servicios siguen extrañamente funcionando, veo con los binoculares noche y día y alcanzo a ver movimiento en algunos edificios, no se puede uno fiar de movimiento ¿humanos? si, ¿gente? tal vez... conocí personas de manera un poco extraña, un señor del edificio de enfrente con una linterna, a veces morse a veces escribimos, ahora le estoy explicando como usar la PC de su vecino para comunicarnos... me pregunto quien de los dos morirá primero o esa chica que vive en el galpón de su terraza, a veces, si llego le tiro algunas provisiones, ella tiene menos suerte que nosotros; tapeo la puerta, y repito mil veces, hoy duermo...